Para un periodista no es lo
mismo escribir en un diario, una revista o algún medio impreso a escribir en un
medio digital: En una página web, en un blog, etcétera.
Los textos que están en la
web tienen que ser breves, objetivos y por sobre todo: generar comunicación.
Que deje algo para el lector.
Además de tener un título
atractivo, que llame la atención y que el visitante decida leerlo, tiene que
tener párrafos cortos, de no más de cinco líneas y que hayan intertítulos
entre medio.
De lo más a lo menos importante
También está lo de la pirámide invertida al igual que en los textos impresos: jerarquizar la información. Lo más
importante va al principio y así hasta que lo menos importante esté al final.
Por si el lector se aburre, desde el inicio sepa de qué se trata y qué es lo más importante que
quiero decir.
Los textos que están en la
web tienen que tener elementos digitales: hipervínculos, que nos lleven a otras
páginas o imágenes de lo que estamos hablando, videos o infografías que
detallen la información.
Lectura dinámica
Tiene que ser una lectura
fluida y sencilla para el lector: que no implique dificultad y sea grato para
el que lee. Y siempre entendible. El vocabulario tiene que ser sencillo: Nada
de redundancias ni palabras difíciles.
Además que sea dinámico, que con los elementos
digitales se haga más entretenida la lectura, para lograr lo más importante: que el usuario nos lea y se mantenga en un nuestra página.